Aunque algunos juegos son más accesibles que otros, la realidad es que los Metroidvanias siempre han sido un desafío pronunciado debido a su difícil transversal, combate y navegación de niveles. Por lo tanto, lo común es pensar que son difíciles de disfrutar sin tener inconvenientes, pero esta nueva entrega de Prince of Persia demuestra lo contrario.
Jordan Mechner creó originalmente Prince of Persia en 1989 y la franquicia no siempre ha estado vinculada al género de plataformas en 2D, ya que los juegos posteriores solían presentar niveles tridimensionales complejos y combates tensos. A lo largo de los años, Prince of Persia acumularía muchas secuelas, reinicios e incluso una adaptación en la pantalla grande
Prince of Persia: The Lost Crown, la primera nueva entrada en la serie después de más de quince años, devuelve la serie a sus raíces en 2D. Esta vez, sin embargo, presenta una jugabilidad fuertemente inspirada en los Metroidvanias. El juego tiene rompecabezas de plataformas similares, un mundo complejo y nuevas habilidades que incentivan la exploración y el regreso a áreas anteriores. Dicho esto, a diferencia de otros juegos de Metroidvania, The Lost Crown hace mucho para que los recién llegados se sientan bienvenidos y que los fanáticos de toda la vida del género y de la franquicia se sientan desafiados. Ese delicado equilibrio comienza con la jugabilidad de The Lost Crown.
Como un Metroidvania típico, el protagonista adquiere lentamente más habilidades a medida que avanza el juego. Estas habilidades aprovechan el concepto de «ruptura de la realidad temporal» en el que la serie Prince of Persia siempre ha prosperado. Aunque, para aquellos familiarizados con el género, las habilidades pueden parecer familiares, ya que Sargón obtiene acceso a lo que es esencialmente un dash, doble salto y gancho de agarre. A pesar de eso, hay poderes únicos como la Sombra de Simurgh, que te permite colocar una duplicación sombría a la que puedes teletransportarte en cualquier momento.
Cada rompecabezas de plataformas exige que utilices estas mecánicas expertamente sin margen de error. Lo mismo ocurre con el combate; si no sabes cómo parar o si te cuesta sincronizar el tiempo, los enemigos te destrozarán en segundos. The Lost Crown exige perfección al jugador, pero cuando lo haces bien, se siente genial. Cuando te equivocas, es suficiente para hacer que tu presión arterial se dispare y allí es donde entran en juego las numerosas opciones de accesibilidad del juego.
El juego comienza dando a los jugadores varios modificadores de dificultad que aumentan o disminuyen la cantidad de daño recibido y dado, según lo que prefieran. También se te da la opción de agregar íconos de mapa para facilitar la navegación.
Hay varias otras mecánicas y opciones que hacen que The Lost Crown sea mucho más accesible que otras entradas en el género. Por ejemplo, hay una capacidad para tomar capturas de ciertas áreas en el mapa, mostrando un recordatorio visual de un objeto perdido al que puedes regresar una vez que tengas las herramientas adecuadas para obtenerlo. Incluso hay una opción para saltar rompecabezas completos, pasando directamente a través de los obstáculos sin problemas.
The Lost Crown es una hermosa carta de amor a las mejores partes del género Metroidvania y un esfuerzo por agregar algo de facilidad tan necesaria para los recién llegados. Su jugabilidad única, mecánicas y accesibilidad lo convierten en una maravilla en comparación con otras entradas en el género. A pesar de esto, Prince of Persia: The Lost Crown tiene problemas extraños con los que otras entradas en el género no suelen luchar.
En una era de remakes constantes y lanzamientos anuales en la franquicia Assassin’s Creed o juegos de servicio en linea como Rainbow Six, esperamos que Ubisoft continúe arriesgándose con nuevos proyectos como Prince of Persia: The Lost Crown.
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