El uso de la inteligencia artificial en el desarrollo de videojuegos ha sido recibido con tanto entusiasmo como temor. Según un informe reciente de la empresa desarrolladora Unity, los estudios ya están utilizando la IA para ahorrar tiempo y aumentar la productividad al crear assets y código.
Pero con suficiente tiempo, los videojuegos del futuro podrían ser creados completamente con el uso de la IA, tal vez incluso en solo diez años, según el CEO de Nvidia, Jensen Huang, el hombre detrás de una empresa que se beneficia enormemente de vender miles de unidades de procesamiento gráfico (GPU) a algunos de los actores más importantes en la industria de la IA.
La compañía mostró su última tecnología de hardware en la Conferencia de Tecnología GPU de esta semana. Hacia el final del evento, un periodista le preguntó a Huang cuándo podríamos ver la aparición de videojuegos «donde cada píxel se genera en tiempo real», según lo citado por Tom’s Hardware. Por supuesto, todavía no tenemos idea de cómo se verá un futuro en el que palabras digitales enteras estén siendo generadas al instante por una IA.
Si bien generadores de imágenes y videos como el recientemente anunciado Sora de OpenAI han avanzado considerablemente en un par de años, es probable que aún estemos a muchos años de poder interactuar con espacios tridimensionales que fueron completamente imaginados por modelos de IA, y mucho menos hacerlo en tiempo real. (Y si lo hicieran, probablemente solo alimentaría la hipótesis de simulación).
El editor de videojuegos Ubisoft mostró prototipos de personajes no jugables impulsados por IA, llamados «NEO NPCs» esta semana, permitiendo a los jugadores tener una conversación natural con un avatar digital, aunque aún no está claro cuándo o si estos NPC de IA alguna vez aparecerán en juegos jugables.
La democratización de las herramientas de IA pronto podría significar que incluso las personas que tienen poco conocimiento de programación puedan hacer contribuciones sustanciales al desarrollo de videojuegos en un futuro cercano.
Pero hacia dónde nos llevará eventualmente la tecnología aún está por verse. Eso sin mencionar la dudosa moralidad de entrenar IA en trabajos existentes sin acreditar a los creadores originales, una «crisis de derechos de autor», como lo describió Wired el año pasado, que probablemente no perdonará a la industria de los videojuegos.
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