Nintendo ha presentado una demanda contra los creadores de Yuzu, un emulador de Nintendo Switch de código abierto, en un tribunal de Rhode Island. La demanda, de 41 páginas, fue dirigida a Tropic Haze, la compañía detrás de Yuzu, y menciona específicamente a una persona conocida como Bunnei, líder del desarrollo de Yuzu. El emulador, lanzado en 2018 por el mismo equipo que desarrolló Citra, permite jugar juegos de Switch en PC con Windows, Linux y dispositivos Android, así como en la Steam Deck de Valve.
Nintendo argumenta que Yuzu utiliza códigos que vulneran las medidas de seguridad de la empresa, incluida la descodificación mediante una copia ilegal de prod.keys. Según la demanda, sin esta descodificación, no sería posible jugar copias no autorizadas de juegos en PC o dispositivos Android. Se destaca el caso de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, cuya versión pirata se filtró casi dos semanas antes de su lanzamiento oficial el 12 de mayo. La demanda afirma que Yuzu fue utilizado para jugar este juego pirata, con más del 20% de los enlaces de descarga apuntando hacia el emulador.
Aunque Yuzu no distribuye copias piratas de juegos, Nintendo alega que la mayoría de los sitios de ROM dirigen a los usuarios hacia este emulador para jugar juegos descargados ilegalmente. La empresa también afirma que ha dedicado importantes recursos para detener la copia, comercialización, venta y distribución ilegales de sus juegos de Switch. Según Nintendo, el equipo detrás de Yuzu recibe al menos US$30,000 por mes en su Patreon, con más de 7,000 patrocinadores, y ha ganado al menos US$50,000 en descargas pagadas de Yuzu. Además, señala un aumento significativo en los miembros pagados de Yuzu Patreon en el período previo al lanzamiento de Tears of the Kingdom.
Nintendo busca que el tribunal cierre el emulador y otorgue compensaciones por los daños causados. Este movimiento no es ajeno para Nintendo, que ha ganado previamente demandas contra sitios de juegos piratas como RomUniverse, obteniendo más de US$2 millones en daños. También es conocida la persecución legal contra el presunto hacker de Switch, Gary Bowser, quien fue arrestado y acusado de vender hacks para la consola. Aunque Bowser ha sido liberado, todavía adeuda a Nintendo US$10 millones, habiendo pagado US$175 mientras estaba en prisión con dinero que ganó trabajando en la biblioteca y la cocina de la cárcel.
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